Tomando el Sol

Llegue a la playa despues de no encontrar a mi hermana menor por ningun lado, estaciono mi carro y camino rumbo a la arena. Me siento a tomar el sol un rato, mientras espero a ver si se llena la playa de gente.

Estaba pensando como siempre, mi debatir acerca de los humanos, cuando escuché una voz llamandome por mi nombre. Levanté mi mirada esperando que fuera mi hermana o alguien conocido. Sin embargo, frente a mi quedo un ángel más. Era una chica que poseía unos lindos ojos. Me concentre un poco para poder leer su mente, sin embargo había algo raro que no me permitía inspeccionar bien. Aún así logré decifrar si primer nombre.

-Evanna, mucho gusto.- respondí con un tono de voz suave. -Y no gracias, estoy perfectamente bien. No serás tu quien necesita algo?-

No entendía muy bien lo que estaba pasando, falta de concentración supongo. Ella era un ángel peculiar, me llenaba de intriga. Parecia tener experiencia y sin embargo era poseedora de un gran poder que no podia decifrar. Eso sin duda tambien me ponía mal, no poder entrar en su mente.

-Pues simplemente deseo la justicia en este mundo, esa es mi misión. Sin embargo por más que lo desees no pasará.-

-Bien escogida?- me repetí, un tanto más como una pregunta. -A qué te refieres?-

Me sentía rara en ese momento, siempre fui alguien muy ágil y lista, y ahora el no poder decifrar lo que ocurría. Sin embargo mi intriga por esta chica era demasiada.

-Evanna, te enviaron aquí o fuiste desterrada?- pregunté esperando no ser impertinente.

Su mirada no me inmutó para nada, seguí tan tranquila como siempre.

-Lamento si te ofendí, es que la mayoría de los ángeles que llegan son desterrados. Perdon, no debí generalizar.-

-Te rodea mucho misterio.- dije en voz alta, mientras me envolvía en mis pensamientos. -Interesante...-

Sonreí para mi misma y luego fije la vista en el mar.

-Hay problemas en el cielo? Por qué no veo que otro motivo tendrías para estar aquí. Eres alguien llena de gracia, no me imagino que te mandarán a lidiar con los humanos. Mucho ángeles creen que son seres incorregibles.- dije.

-No me subestime, soy una de las ángeles con más tiempo aqui y más experiencia trantado con todo tipo de casos. Puedo soportar lo que venga. Además es inteligencia lo que me hace preguntar.- respondí sonriendo.

-Eso parece, pero le repito que cuento con gran experiencia.- dije viendo al cielo en esta ocasión.

Justo en ese momento pude leer su mente, pocas palabras pero las escuche. Algo que no debería estar aqui... repetí para mi misma en mi mente.

-Hay problemas o me equivoco?-

Me puse de pie en ese momento. Los humanos como siempre no notaban nada de lo que estaba pasando. Me invadió la incertidumbre, no supe que hacer. Asi que opté por quedarme allí y mirar con atención.

-Se que ustede sabe lo que esta por ocurrir. Por el amor de dios, digame qué rayos esta pasando?!- demandé perdiendo un poco la paciencia. -Si es algo malo, debo defender a todo ser que pueda, es mi deber y mi misión.-

-No me interesa si lo que hago está o no está bien, Esa es mi misión y debo cumplirla. Debo salvar a los humanos que no pueden defenderse contra las adversidades del mundo. Contra todo lo que no se imaginan.- repliqué algo tensa. La tranquilidad era algo que siempre me rodeaba pero no ahora.

La observe alejarse. Era un ángel peculiar, pense para mi misma y luego de eso. Tome mis cosas, no había tiempo que perder. Abrí mis alas, tras asegurarme que nadie me observaba y emprendí vuelo. Volvería por mi auto después.