Tal vez pertenezco aqui despues de todo...

Por fin estaba aqui, en el hospital, lo habia buscado en el directorio y al parecer no era tan torpe al recordar calles.
Habia decicido buscarlo porque si bien, mis poderes no eran muy utiles en el cielo, o si me enfrentaba a alguien, aqui en la tierra, existia mucha gente que sufria y que no podia salir de lugares como este, personas con tanta bondad en su corazon que estaba segura, si se les daba una segunda oportunidad, devolverian todo lo que pudieran al mundo, me gustaba pensar de esa manera.
logre que ningun empleado del hospital me notara, y pase de cuarto en cuarto buscando alguien que en verdad necesitara mi poder sanador, recorri medio hospital y estaba pensando en desistir, cuando llegue al area de enfermos terminales, estaba llena de niños que se veian tan felices, como los niños que eran, pero que tenian tanto sufrimiento en sus cuerpos....Este era el lugar, aqui podria pasar las tardes tal vez hacerme pasar por una empleada, una enfermera y podria curarlos, podria salvarlos de un final apresurado, sonrei ante las posibilidades, me quede en la puerta de esa sala pensando.

Llegué al hospital, igual que lo hacia todos los dias desde hace unos meses, tratando de controlar la pena y el dolor que me invadian por dentro, tratando de que él no viera lo mal que estaba, yo tenía que darle fuerza, no hacerlo sentir peor.

Llegue al ala de enfermos terminales, y entre a su habitacion con una pequeña sonrisa, él estaba despierto, lo besé dulcemente.
-Hola
-hola-sonrió
-¿como sigues?
-Bien, supongo que puedo estar seguro de que no sufriré cuando llegue el final
hice mala cara
-Por lo menos sé que estaras bien, donde sea que vayas
-tal vez te vea por ahí
-sabes que no puedo ir a donde tu vas-dije evitando soltar una lágrima, pero esta se escapó
-tal vez si tratas de pedir una absolucion...algo
-no funciona de esa manera, y yo no soy asi, no me conoces en mi verdadera forma-sonreí tristemente

Sentí pasar detras mío, el aura de maldad más poderosa que jamas habia sentido nunca, uno de los antiguos, pensé para mis adentros, me voltee y la vi entrar a una habitacion, me asusté, ¿seria posible?, esa clase de demonios no se dedica a recolectar almas.dudé por unos momentos, pero me decidí, la seguí hasta la habitacion, y me quedé en la puerta, observandola.

Sentí la fastidiosa y pura presencia de un ángel, observandome como si pudiera hacer algo si se enfrentara a mi, sonrei ante el pensamiento, pero recordé que le habia hecho una promesa.
-no te preocupes, no me llevaré su alma-dije sin voltearme, la expresion de mi humano era pacifica, el aura de ese angel le habia dado paz, me conmovi, y acaricie su rostro