Esperando....

Hacia ya muchos que no estaba entre tanta gente. Verlos pasar y respiras sus aromas, causaba que sintiera fuego en mi garganta. Era muy duro poder controlarme, no quería llamar la atención matando a la mitad de la ciudad. Aunque tenía hambre, hambre de más sangre.
-Maldita la hora en la que decidí no cazar hasta las 11 de la noche.- me dije a mi misma algo molesta. Eran las 10 pm y aú asi la gente transitaba las calles. Llendo a sus hogares, o eso creía. Sin embargo abría quienes no volverían a casa. Reí.

Caminaba por el lugar cuando sentí una presencia inusual, una chica. Sus pensamientos me decian que no tenía buenas intenciones. Iba a alimentarse de cualquier persona y en cualquier momento. Suspire. No permitiría que eso pasará.

-Cazar aqui? Lo siento no puedo dejar que lo hagas... Mientras yo este aquí no tomarás la sangre de alguien inocente.- dije acercandome a ella.

Era una vampira jovén, pero parecia perdida. Se enojo ante mis palabras.

Giré mi vista hacia lo que era otro ángel, pero ella era una chica más joven y definitivamente más bonita que Evanna. Aún asi el que no me dejará alimentarme me molesto. Se me ocurrió justo ahí un plan.
-Otro ángel. Pues me alimentaré quieras o no, asi tenga que lastimarte.- dije con mi mirada fría. -Una ángel... a menos que.... a menos que me des de tu sangre. Asi no mataré a nadie y tu los salvarás, las dos ganamos. Eres un ángel no? El sacrifio viene primero para ti, si me das de tu sangre.... No lastimaré a quienes proteges. Qué dice?-
Sonreí ante mi idea, esta chica no me diría que no, se veía muy buena. Haría lo que fuera por salvar a sus asquerosos humanos.

Qué?! fue lo primero que cruzó por mi mente. Darle de mi sangre a una vampira para salvar a los humanos. Mi misión es salvarlos a toda costa... No puedo decir que no. Esta chica era muy astuta, y no veía otra salida del asunto, no quería matarla. Perdoname Violet... Perdoname Edward...

-Lo haré. Pero debes jurarme que no lastimarás a nadie más.- dije viendola a los ojos. -Me fiaré de ti, puedes tener mi sangre... sangre de un ángel. Eres astuta, has hecho una oferta que no puedo rechazar. Aunque dañe a gente que quiero.-

Esperé a ver que diria pero me acerque un poco a ella, para que pudieramos cerrar el trato.

Reí a carcajadas, que fáciles de predecir eran estos seres. Esta chica me daria no solo su sangre, si no tambien su vida por que no la dejaría vivir, a cambio de que no dañará a nadie por el momento. Me compadecí un poco de ella, era un ángel bueno. No me quería matar, me dejaría vivir a costa de su vida. Me sentí algo triste, pero mi garganta ardía y no me importaría.
-Eres el mejor ángel que conozco. Todos deberían ser asi, soy Kara.- dije para que supiera mi nombre antes de que terminará con ella. -Prometo que me iré de aqui sin hacerle daño a nadie, una vez que tu vida termine. Tu sacrificio valdrá la pena, siento algo de lastima de matarte, pero puede más mi sed. Perdon.-
Tome su blanca mano y la acerque más a mi. Saqué mis colmillos dispuesta a moder su cuello.
-Algun último deseo?- pregunté.
Ella no se movía, pero sentí lágrimas salir de sus ojos.

Creí en sus palabras, sin duda mi sacrifio no sería de mucho. Pero era mi misión, evitar el daño de humanos y criaturas y así no solo la ayudaba a ella, tambien salvaba la vida de alguien. No pude evitar pensar en Violet, esto no se le haría justo, pero nadie me entendería. Me estaba rindiendo acaso? Tanta maldad me habia ganado al fin? Suspiré. Tomo mi mano para acercarme a ella y sentí como sus colmillos salian, el brillo de sus ojos al ver mi cuello.

-Busca a mi hermana, y no le hagas nada, dile que la adoro, que la quiero y que me perdone.-

Cerré mis ojos esperando el momento en el que empezaría.

-Por qué no pides una segunda opinión?- dije apuntando con mi pistola a la vampira. -Suelta al ángel y arreglemos esto tu y yo. Está pistola, termina con todo lo que este a su paso, es una Colt. No dejaré que la lastimes, ella es buena y hace su trabajo. En cambio tu maldita sanguijuela..... Te enseñaré algo de modales. Tu y yo, qué te parece?-

Justo cuando estuve a punto de alimentarme, llegó un chico. Un humano, me heche a reír.
-Un humano que quiere morir, que pátetico.- dije soltando al ángel y me diriji a ella. -Serás una buena chica y te quedarás quieta.
La había paralizado, me acerqué lentamente al chico. Era valiente para enfrentarse asi a mi.
-Quién rayos eres? Ayudando al ángel no te servirá para vivir. Eres valiente y apuesto para ser un humano... Pero sabes mucho de criaturas.- camine en circulos a su alrededor. -Pero te diré un secreto... Desde ahora no te podrás mover, qué te parece?-

Esta chica me habia paralizado, tambien a la chica. Pero estaba sergura de que ella haría algo al respecto. Después de todo los ángeles son poderosos. -Veo que ya te diste cuenta que todo fue un engaño. Angela y yo trabajamos juntos hace un par de tiempo para aniquilar a un par de vampiros.... y ahora acabaremos contigo.- dije sonriendo. -Tus reinados de maldad terminarán aqui, vampirita. Lo bueno de ser actriz no? Angela hizo un papel maravilloso, lastima que no te servirá de mucho paralizarla.-

-Dean Winchester, el cazador que conocí hace tiempo con tu padre y hermano Sam. Te debo una.- dije, si bien mi cuerpo estaba paralizado mi mente y mi boca podian pensar y hablar. -Dean, no la mataremos. Pero no dejaré que haga alguna babosada. Es hora de que haya algo de viento.- sonreí.

Con mi concentración, logré que el viento soplará y conforme los segundos pasaban aumentaba la intensidad. Me encargué de que Dean no saliera volando y cuando Kara no podí más sujetarme con su poder quede libre para moverme hacia Dean.

-Espero te guste que sople el viento Kara, asi no podrás contra mi.- le dije ahora más tranquila. -Dean, nunca más te vuelvo a ayudar a cazar alguna criatura, casi me cuesta mi misión.-

-Malditos!! Asi que todo era un engaño!! Maldita ángel....- El viento soplaba tan fuerte que me era duro poder controlarme. -Dean Winchester? Malditos sean, no acabaran conmigo tan fácilmente, qué Dean ya no quieres que solo seamos tu y yo en este rollo? Quieres que Angela salve tu pátetico trasero?-
Los separaría, primero terminaría con él y luego la buscaría para terminarla.
-Tu y yo solos.-

-Uyy, cuida tus palabras. No me quieras hacer enojar.- dije sonriendo. Seguía paralizado pero escuche su propuesta. -Creo que no tendré otra opción que jugar tu juego, lastima que saldrás perdiendo.- Miré a Angela, tan linda chica como siempre. -Angela, vete no te preocupes por mi. Terminaré con la maldita criatura e iré a pagarte una visita o tu me encontrarás. Se que no te agrada esta idea, pero es la única, fui un idiota al meterte en esto. Perdon.-
Hubo silencio y Angela nos miraba a ambos. -Muy bien Kara, soy todo tuyo. Dejala irse en paz, la palabra de un ángel vale oro.-

-Yo se que eres un bruto... pero cuidate si?- dije dandole un beso en la mejilla. -Si no sobrevives... Me obligarás a matarla...- dije lentamente.

Dí unos pasos para alejarme de ellos. Un último vistazo a Kara y sonreí.

-Hasta luego Dean... Kara, tu puedes cambiar. Puedo ayudarte a buscar lo que tu corazón desea.- dije y saqué mis alas para luego salir volando de ahí.