Buscando distracción.

lo segui hacia el otro extremo del aparcamiento y me encontre con un flamante Lamborghini, sin nisiquiera tocar el auto automaticamente las puertas se abrieron, ebri la puerta un poco vacilante, me debatia aun si entrar o no hacerlo y me sentia incomoda accediendo, entre al auto y engel amablemente me abrocho el cinturon, sus manos recorrieron mi cuerpo y me estremeci instanteneamente, una vez mas el habia hecho sonrojarme pero su descomplicada sonrisa me ayudo a relajarme un poco, no dijimos palabra alguna, el saco un pekeño aparato plateado, muy fino y lujoso; uno de esos diseños nuevos que solo la gente pudiente podria acceder, hablo solo un par de segundos tal vez nisiquiera un minuto.

ante sus palabras pense... tengo mis llaves en mi pekeño morral, mi viejo monovolumen no podria ser movido de su puesto sin su llave, era tan viejo que solo con ella podria moverse sino seria imposible, asi que despreocupada ante cualquier favor que me incomodara asenti. -supongo que esta bien -rei entre dientes, estaba segura que mañana mi auto aun seguiria en la escuela.

la oferta era tentativa, el hacia sentirme realmente bien, su sonrisa era calida y abrazadora, era una de esas pocas personas que me hacian reir y con las que me sentia comoda, lo pense durante un segundo y luego sin importarme nada le respondi ruborizada -mmm...vale parece buena idea- ademas era consiente que el no aceptaria un no por respuesta asi que me evite el momento embarazoso en que el intentaba covencerme para finalmente decir que si -espero que no me vallas a raptar engel, o que no seas un cicopata loco- añadi jocosamente.el no parecia nada peligroso.

Me reí y puse mi vista de nuevo en la carretera, "no sabes cuanta razon tienes Bella" pense al momento que esbozaba una sonrisa.

-No te preocupes, no tengo razones para secuestarte... lo de psicopata... si te digo que no lo soy te estaría mintiendo, pero no tengas miedo, no te haré daño, aun amo demasiado mi libertad como para arruinarla

Seguí la avenida para llevarla a comer a un buen restaurant, la verdad yo tambien me moria de hambre, literlamnete hablando. Encendí el estereo con un volumen un tanto bajo, el silencio se hizo en el interior del auto, no se me ocurría mas que decir, quería saber que era lo que pasaba por la mente de esa chica, pero era como si estuviera bloqueada, rendí mis intentos, en ocasiones solía ser algo muy normal...

[continualo en el restaurant]