Sala de Estar

muy bello hogar -dije observando todo-y muy buen gusto violet

tome asiento cuidadosamente en un sillon


(off:chica por el momento mevoy,nos vemos mañana vale? hasta luego y un gusto rolear con tigo ^^)

bueno...pues no me caeria nada mal cocinar algun postre para ustedes cuando gusten-sonrei

y si me encantaria ver la habitacion en la que me quedarè...fue algo cansado el viaje desde finlandia-admiti

-Muy bien, y ya te dije puedes usar lo que desees a la hora que desees. Ven sigueme y te llevo a tu habitación.- dije poniendome de pie y llendo rumbo al segundo piso.
*Subimos las escaleras y llegamos a la habitación de huespedes.*
-Aqui estamos.- sonreí.

OFF: Si quieres continua allá y te sigo ^^

-Segundo hogar me parece bien.- dije sonriendo.

Comenzé a caminar a su lado para la sala de estar. Uno de los cuartos más grandes del primer piso. Entramos caminando, era un cuarto bien iluminado a pesar de que las ventanas estaban cubiertas con cortinas blancas. Me dí cuenta de que el color blanco predominaba de nuevo. Sonreí.

-Sin duda tu sala de estar debe ser el triple de tamaño que la mía. Qué opinas, le falta color a la casa?- pregunté.

A mi gusto estaba bien, pero comparando el gusto de mi hermana, tal vez a ella le gustaría algo más alegre.

Cuando Ed se fue a recostar en el sillón, yo permanecí de pie tratando de decifrar su expresión aunque su mente lo dijera todo. Me acerqué lentamente a él cuando me lo pidió y me senté a su lado.

-Negro de la elegancia... Blanco de la pureza...- dije pensando. -Aunque el negro y el gris se asocian muchas veces con situaciones tristes. Me gustan también, aunque te sorprenderá saber que mi color favorito es el Azul.-

Guardé silencio esperando a que dijera algo.

Leí sus pensamientos sobre los colores. No tenía como discutir contra él sobre el gris, pero cuando dijo lo del blanco estuve en desacuardo. Ed, eres alguien puro aunque no lo creas. No ganaba nada con discutir y contra Edward poco podría hacer para hacerlo cambiar de opinión.
Escuche atentamente sus palabras después de eso. Amor y nuestra pequeña promesa de cuando nos conocimos.

-Lo recuerdo.- dije mirandolo fijamente, observando que la sonrisa desaparecía de su rostro.

Con una de mis manos frote suavemente su rostro y sonreí. Una sonrisa cálida para que supiera que contaba conmigo.

-Bella, no tengo el placer de conocerla.- dije escuchando el nombre en sus pensamientos. -Edward, recuerdas cuando nos conocimos? Un ángel me dijo que incluso nosotros tenemos derecho a enamorarnos, no importa que no sea lo más apropiado.- continué poniendo mi mano sobre la suya. -Tus ojos me dicen que has encontrado a la persona correcta para ti, aunque sea una humana. Bella es algo que has estado buscando por mucho tiempo. Algo que complementa tu ser. Se que es duro el hecho de saber que si la quieres corré peligro, pero que no es asi el amor? De tomar riegos?-

Esperé un poco a ver si podía leer sus pensamientos. Edward... Si Bella es lo que quieres, yo estaré ahi para ayudarte a protegerla... Juntos nos ocuparemos de que no le pase nada. No quiero que ese brillo en tus ojos se pierda. Y lentamente puse mis brazos a su alrededor, creí que ahora necesitaba una abrazo.

-Edward Cullen.- dije luego de leer sus pensamientos. -Acaso crees qué yo permitiría que tomarás de su sangre? No puedo imaginar la tentación que debes sentir, pero estoy segura que puedes controlarte. Eres un chico fuerte.- sonreí.

Debía ser una situación muy dura para él. Pero algo en mi me decía que el amor podría triunfar y que Edward no le haría daño. Aún asi debíamos mantener cuidado con Bella, no todo ahí afuera era como ella color de rosa. Prometo ayudarte a cuidar a Bella, de verdad.

-No creo que quieras una sombre detrás de ustedes todo el día... pero si lo deseas, puedo estar ahí cerca para ver que no cometas una locura.- dije bromeando un poco. -Confia en ti Ed.-

No dejaré tu mente ni un segundo, asi me entararé de lo que piensas. Y si en algun momento siento que estas perdiendo el control o algo parecido, me apareceré y me llevaré a nuestra pequeña humana, te parece? Esparaba que asi se tranquilizará un poco. Debo confesar, me muero por saber como es...

Angela me entregaba todo su apoyo y ayuda. No permitiría que le hiciera daño a Bella y debía admitir que me sentía mas seguro. Mi familia no estaba aquí para aconsejarme ahora que los necesitaba y ella se había convertido en alguien importante.
La situación era difícil pero tenía que superarla. Sonreí de lado y le agradecí nuevamente por dentro.

-Ella puede verte?-

Pregunte frunciendo el entrecejo. No me molestaba para nada que Ángela nos siguiera, talvez se le hacia algo incomodo y molesto a ella, pero no a mi. Bella, puede que sintiera vergüenza.

-Así podrías conocerla algún día. Te llevaría personalmente.-

Sonreí.
Bella sabrá guardar el secreto muy bien
Pense.

-Podrá verme si tu quieres que me vea y si ella cree en mi.- dije respondiendo a su pregunta. -Y claro que me agradaría conocerla personalmente, quien quita y nos hacemos amigas.- sonreí.

No dudo que lo guarde. Era divertido como conversabamos, parte verbal y parte mental. Supongo que le dará pena que los siga como una sombra, pero igual los puedo seguir sin que ella se enteré. Sería divertido ver como se va desarrollando su historia, pero como te dije no haré nada que tú no hayas aprobado antes.

-Todo es tu elección, dí unas palabras y has ganado una nueva sombra.-

Vacile unos momentos pero no fueron muchos.
Si cree en un vampiro como no lo hará en un ángel.
Le conteste en mi cabeza. Sonreí de lado mostrando un poco mi dentadura blanca.

-Estoy seguro que se llevaran muy bien y se harán amigas.-

Asentí con la cabeza frunciendo el entrecejo.
Es mejor que ella no se entere en el momento que nos sigas y si, me gusta la idea de haber ganado una nueva sombra.

-Procura que algunas veces yo tampoco me de cuenta porque podría meter la pata.-

Reí a carcajadas.

Yo también creo que nos llevaremos bien. Y en verdad lo creía, ella debía ser alguien excepcional para tener a Edward en las nubes. Ya había vuelto a sentarme a su lado, pero sonstenía su mano.

-Pues esta dicho te seguiré.- dije riendo con él. -Trataré de no llamar la atención, no queremos que Bella piense mal. Además de que no quiero incomodarlos, ya veré que hacer para que no noten mi presencia.-

No niego que me gustaría como metes la pata, sería un buen espectaculo. Espero poder resistirme. Reí.

Bella si que era una joven humana quien me volvía loco. Nunca entendí la razón ni tenia una teoría exacta de porque me había enamorado de esta forma. Pudiera ser la curiosidad de no poder leer su mente pero había algo más; algo que descubriría con el tiempo.

-Se que puedes hacerlo.-

Confiaba plenamente en Angela. Era como si estuviese hablando con una hermana, alguien demasiado importante en mi vida.
Espero que te resistas, sino estarás en problemas.
Pensé sonriendo.

Leí sus pensamientos, sin duda Bella lo había cambiado. Y eso me alegraba mucho, se veía con más alegría. Pero a la vez él estaba tan preocupado por lastimarla y no lo culpaba. Los vampiros poseen una gran fuerza. Edward debía tener su control al 100% estando con ella.
Tengo un hermano que emoción. Dije en mi mente sonriendo, y es que la verdad entre Edward y yo había nacido un bonito lazo.
No puede evitar reír ante lo siguiente.

-En qué clase de problemas me meteré?- pregunté divertida.

Asentí. Bella había cambiado por completo mi vida. Ahora tenía una razón para seguir viviendo.
Mi control no puedo mantenerlo estable algunas veces.
Pensé mientras mordía mi lengua. Recordaba el momento en que ella me había besado y mis ojos se tornaron negros. Casi llegaba a lastimarla.
Suspire y Salí de mis pensamientos. Reí a su pregunta.

-No lo se. Puede que llegue a ser una molestia para ti y quieras apartarme a toda costa.-

Tenía que pensar en un plan mejor, ese resultaba demasiado chiquilín.

Cada que la menciones me lleno de más curiosidad. Ojalá pueda conocerla pronto.
Pobre Edward, no quiero ni imaginarme como se pondría si llegará a lastimar a Bella alguna vez. Pero él tenía razón, había que enforcarnos en cosas más positivas.

-Ed, ese no me parece tan gran problema. Yo pensé que me ocurriría algo más grave. Vamos, ambos sabemos que tienes mejores ideas que esta.- seguí riendo. -Además no creo querer deshacerme de ti, quizá sea al contrario. Y tu te artes de mi primero.-

Puse una cara juguetona y me puse a pensar un poco en su teoría.

-Puedo decir que mejoro un poco.- dije sonriente. -Pero te tengo una mala noticia...- me acerqué un poco a su oido para poder susurrarle algo. -Por qué crees que estoy aqui? No me aguantaron en el cielo y por eso me mandaron aquí. Para darle lata a chicos como tú.-

Espere a ver que me diría en cuanto a eso, la noche comenzaba a caer y con ello algo que yo tenía preparado.

-Al contrario, me regresarán de inmediato y entonces no estoy muy segura que haré para molestarte.- sonreí. -Falta poco tiempo... pero en lo que nos queda, me gustaría que me describieras a Bella. Si no te molesta claro.-